martes, 3 de junio de 2008

WHAM! WHAM! WHAM!






Disociativamente feliz pero sin opciones. No hubo gente receptora y clorofilina cuando dejamos el piso.Eso sí, un tremendísimo alivio y pena a la vez. Estos tiempos de incertidumbre y indefinición me han hecho darme cuenta de que uno a todo sobrevive y hay que tirar para adelante. Otros recuerdos me han atracado: tiempos muy, muy lejanos de una gran felicidad, al lado de dos de las personas más importantes en mi vida a cuya relación no se que les pasó entre pena, miedo de enfrentar la realidad y nostalgia mezcladas con una profunda tristeza. En los momentos malos me acuerdo cómo me enseñaron los lugares importantes de mi vida y que efectivamente años después volvería a pisar y a unirlos en mi recorrido de vida planificado. También en los momentos malos me doy cuenta de la puta suerte que tengo en la vida arropado por gente de putísima madre y por actitudes de verdad nada mas. Es ese sol griego con el que sueño cuando salgo de casa y bajo a plaza de Pontevedra y entre chubasco coruñés me pregunto que pasará hoy en el laboratorio. Es el color del mar Egeo, la verdad que emana de las piedras de la calle, de la cientifica forma de encarar el mundo sin miedo ni duda. Y vuelve la chispa porque siempre me quedará Athina, Piraeus, Corinto, Olympia, Delfos, Aegina, Nafplia, Patras, Saloniki, Heraklion, Larissa, Volos, Ioaninna, Zakintos . . . y muchos más recuerdos de hace trece años.

No sé porque tengo tanta suerte
Mañana encuentro piso si hay suerte

Ão,

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